El otoño es una estación que lleva consigo varios cambios. El primero que viene a la mente es el de la caída de las hojas de los árboles. El verde pasa a ser marrón y las temperaturas descienden hasta hacer que rescatemos del armario jerséis, abrigos, pijamas calentitos y la manta de las pelis en el sofá.
Si pensamos en clave gastronómica, el cambio también es evidente en ciertos alimentos de temporada que llegan para pasar unos meses de sabores extraordinarios. Uno de esos productos estrella del otoño son las setas. Los días lluviosos hacen que nuestro entorno se llene de robellones, más conocidos por su nomenclatura en valenciano: esclata-sangs. Esta deliciosa seta hace que una mañana de domingo cualquiera se convierta en una competición a la caza del robellón más grande.
En Pastamanía utilizan todo tipo de setas de temporada para elaborar distintos platos de su carta de otoño, como por ejemplo los ‘tagliatelle con setas y espinacas’, un salteado de pasta con estas setas, espinacas frescas, tomate confitado y una mezcla de frutos secos.
Precisamente los frutos secos no pueden faltar en una estación como el otoño. Almendras, avellanas y nueces allanan el camino a la época navideña y anuncian también que pronto es tiempo de castañas, uno de los frutos secos más esperados cuando el frío se instala en nuestro día a día. Los nutrientes que dan estas castañas y el resto de frutos secos los hacen indispensables para todo aquel ser humano ‘veggie’ que quiere comer bien y tener la energía bien cargada.
Hablando de comida ‘veggie’, es imprescindible hacer mención a las alcachofas. Los mercados se llenan de esta deliciosa hortaliza con la llegada del otoño y la versatilidad de este producto la hace ideal para los más cocinitas. En Pastamanía reconocen las múltiples propiedades de este manjar cuya temporada ha empezado y qué mejor combinación que crear una flor de alcachofa con cremoso de jamón. Comer sano no está reñido con ser creativo y dar sabor en la cocina.