El chocolate, una sabrosa fuente de energía

GASTRONOMÍA. El cacao contiene numerosas propiedades favorables para la salud.

El chocolate es uno de los alimentos estrella en nuestra gastronomía, más en concreto en nuestra repostería. No hay mesa que se precie en la que no esté presente.

Pastamanía no es una excepción y numerosos de sus postres tienen al chocolate como protagonista. Esta mezcla de azúcar con productos derivados de las semillas de cacao apasiona a grandes y pequeños y contiene numerosas propiedades favorables para nuestra salud.

El cacao, cultivado por culturas mesoamericanas durante milenios, antes de ser descubierto por los españoles y llevado a Europa, elemento básico para el chocolate, contiene numerosos carbohidratos y proteínas, nutrientes indispensables para dar energía a nuestros organismos.

Junto a las grasas, la semilla de cacao tiene un 45% de hidratos de carbono, así como un tipo de ácido graso saturado que no aumenta el nivel de colesterol en la sangre por lo que puede prevenir los trastornos cardiovasculares y estimular las defensas.

Además el chocolate contiene teobromina, sustancia que activa la circulación sanguínea y aporta vitamina A y B, ácido fólico, tiamina y minerales como el calcio, el fósforo, el hierro, el magnesio, el cobre y el potasio. Todos ellos son nutrientes indispensables para regular nuestro metabolismo. Si el chocolate es con leche se puede añadir un aporte de calcio para los huesos.

El cacao proporciona 293 calorías por cada 100 gramos y el chocolate, según su composición, entre 450 y 600. Así es muy recomendable en la práctica de deportes o ejercicios que requieran un aporte extra energético.

No hay que olvidar que se considera un alimento afrodisiaco porque gracias a su contenido de magnesio ayuda a combatir las contracciones musculares y dolores premenstruales. Otro de sus componentes, la fenilalanina, contiene ayuda a mejorar el estado de ánimo y a controlar los cambios de humor.

Pastamanía no para de inventar platos con los que poder dar una alegría, una rienda suelta al paladar, disfrutando del chocolate, y además salir cargados de energía.